SALIR

No me imagino la vida sin  vos. Pero no puedo dejar de  arriesgarme a una vida  distinta sólo porque no me  la imagino. Porque quizá mi  falta de imaginación está  unida a tu presencia crónica  en mis mañanas, mis tardes  y mis noches.

Así que me voy. Pero no para buscarte reemplazo, sino para encontrar otro modo de estar en el mundo. Uno que no se parezca tanto a la dependencia, y que descanse más en la libertad y la capacidad de renacer.

No quiero que estés triste, porque no me llevo ni un solo recuerdo malo. De hecho, no me llevo fotos porque todas me hablan de lo felices que hemos sido y de lo increíblemente mágica que la vida se nos fue regalando mientras estuvimos juntos.

Tampoco quiero que hablemos respecto de mi partida. Tus preguntas no encontrarán respuestas, y no porque no quiera dártelas sino porque no existen. Y el problema, por más horas de café nos pasemos tratando de encontrarle la vuelta, es que siempre me vas a hacer las preguntas incorrectas.

Te agradezco los reproches tanto como los consejos. Todos me confirman tu amor inmenso, sano y sereno. Me gustaría tener más tiempo para anotarlos en un cuaderno y así poder releerlos cada vez que sienta haberme equivocado. Pero no tengo tanto tiempo. Así que haremos de cuenta que tus consejos y tus reproches son besos de despedida que me das a falta de besos verdaderos.

Si vas a llorar te ruego que lo hagas más tarde, cuando ya no esté. Siempre he preferido tu tristeza o tu mal humor a tus lágrimas. Cuando tus ojos se empañan por mi culpa siento el mar abrirse y deseo morir ahogado. Pero aunque nada de esto haya cambiado, igual voy a irme pese a tu llanto. Y así las cosas sólo podrían estar peores.

No me imagino la vida sin vos. Así que me voy. No quiero que estés triste, porque no me llevo ni un solo recuerdo malo. Tampoco quiero que hablemos respecto de mi partida. Te agradezco los consejos y los reproches. Si vas a llorar te ruego que lo hagas más tarde, cuando ya no esté. Porque no me imagino la vida sin vos. Y a pesar de todo, ya estoy por salir.

12 comentarios en “SALIR”

  1. El relato, la exposición de uno de los mas tristes y frecuentes fenómenos de estos tiempos… conductas «fronterizas» frente a los afectos profundos. Muy actual. Muy bueno como siempre.

  2. Acuerdo con Lorena. Conductas fronterizas, y muy egoistas. Hay todo un culto al ego que lleva a mucha gente a tomar ese tipo de posturas. Te quiero pero te dejo? Disfruto con vos, pero mejor me las tomo? Ma si, forro, tomátelas…

    1. No pero no es de forro o fronterizo. Es de hastío. El problema que estaba tratando de pensar con esto era que muchas veces sentimos que la vida está en otra parte, no donde la estamos haciendo. Y probablemente eso sea una mentira. Pero vivimos con esa imagen retro-proyectada en nuestra conciencia. Generalmente no hacemos nada. Pero si es cierto, no deja de ser egoísta.

  3. A mí lo que más me gusta, es justamente la postura egoísta. Sincerémonos de una vez, nadie es tan bueno como pretende ser. Dicen por ahí, tal vez me lo dijeron alguna vez, que no existen retiradas elegantes, pero creo que este texto puede replantear esa afirmación sin problemas.
    Yo te banco, egoísta de mierda!
    Buena suerte y más que suerte!

  4. Es curioso, te visite hace muuuuucho tiempo y te guardé en mis marcadores, pendiente de leer y hoy he pinchado aquí para recrearme de tanto estudio. Me voy con una sonrisa en los labios. Me gusta lo que leo por aquí, asi que si no te importa te secuestro para mi blogroll.

    saludos

  5. ¿»No me imagino la vida con vos» valdría para todo lo contrario? ¿Intentarías una relación por saber si llega hasta donde imaginas?
    No me imagino la vida sin leer y no por esto dejo de hacerlo.
    Buen intento
    Salut

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